domingo, 21 de octubre de 2012

20-X-2012 Discurso de EE Gordillo en la clausura del Congreso Nacional del SNTE. Q. Roo.

Solidaridad, Quintana Roo.

Versión estenográfica de la Clausura del VI Congreso Nacional 
Extraordinario del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, (SNTE).

Prof. Juan Díaz de la Torre: Muchas gracias. El SNTE, el Sindicato de maestros más grande y más poderoso de América Latina confirmó a una mujer, la Maestra Elba Esther Gordillo, como su líder. Tiene la palabra la Presidenta del Consejo General Sindical para la Consolidación de la Educación de México.

Maestra Elba Esther Gordillo: No hay duda amigos y amigas que este Sindicato es el Sindicato democrático, plural, fuerte, poderoso más importante de México y de América Latina; ello nos obliga a ser los mejores, a seguir transitando en la búsqueda de acuerdos y consensos; a ir a buscar a aquellos que todavía no han entendido que en la fuerza de la unidad está garantizar nuestro trabajo: una educación pública y defender juntos la autonomía e independencia sindical.

Hoy vivo con gran orgullo, con profunda emoción, con el ánimo de dar todo lo que me queda y me resta para demostrar por qué somos libres, por qué estamos prestos al Sindicato moderno, al Sindicato innovador del siglo XXI.

Este Congreso deja bases y, no sólo ello, normas, cultura, decisiones que garantizan que esta organización sea innovadora en todos sentidos. No se podría sin el ánimo, la fuerza y el vigor de todos los trabajadores de la educación, no sería factible si no tuviéramos emoción y convicción sindical.

De a de veras, hoy podemos decir que no tememos a nadie ni retamos a nadie, simple y llanamente exigimos lo que nos corresponde, en la unidad, en la pluralidad, en los acuerdos vamos a salir muy fortalecidos y reconocidos por muchos que hoy nos están denostando.

Hoy podemos afirmar con todo el orgullo que somos una institución democrática, que no tenemos cláusula de exclusión, que votamos secretamente, que buscamos desde la base el sentir de los trabajadores.

En este Congreso estamos demostrando que ya no queremos ni creemos en los sindicatos de cúpula y de líneas verticales. La fuerza de este gremio estará en cada escuela, en cada líder de escuela, en la obligación que tendrán los órganos de gobierno electos de garantizar que se respete la norma.

Queremos que México viva en un estado de derecho, queremos que vuelva la armonía, la paz, la confianza y queremos decirle a la patria que tengamos todos esperanza, porque todos queremos hacer un mejor México.

Compañeros, compañeras, nadie es mejor ni nadie es respetado, ni la dignidad se da gratuita, cada uno de nosotros, cada miembro, cada dirigente tiene que dar ejemplo con la honestidad, la verticalidad y el respeto a los que representamos; no somos gerentes, somos líderes sindicales y eso es arduo y eso es pesado, no hay duda, pero a este Sindicato lo mandan los trabajadores de la educación.

No son sus críticos, no son nuestros adversarios, no son esos que nos descalifican permanentemente los que han influido en esta decisión.

Lástima que no tengan memoria histórica, lástima que quieran encontrar en el ojo ajeno la vigota que cargan y no vean la realidad.

Nos innovamos para defender la educación pública, nos innovamos para hacer valer el sindicalismo, nos innovamos sin el apoyo de ninguna autoridad, sin la influencia de ningún nivel de gobierno público o electoral; nos innovamos porque eso querían nuestros compañeros maestros, eso quieren los trabajadores de la educación.

Nada es circunstancial, nada es gratis, muchas cosas tendremos todos que posponer de nuestra vida personal, no lo duden aquellos que hablan de cosas familiares. Qué lástima que sus hijos, sus nietos no se comprometan en su misma causa; eso se logra cuando se predica con el ejemplo.

Gracias a mi familia que nunca me ha dejado sola, que ha soportado críticas, desprecios y denostaciones. Todo lo que quiero, Othón, es que le digas a René, a tu madre y Maricruz, escúchame, deben estar orgullosos de que este gremio me quiera.

Y muy comprometidos, no son “juniors”, se la han rifado conmigo y mis ausencias las han entendido.

Tenemos todo el derecho de ejercer de manera autónoma e independiente en democracia la unidad sindical.

Como aquí no hay nada de ocultar, ni manejo de recursos, ni ineficacia sindical, hemos aprobado una norma que es realmente donde residirá la fuerza de la vigilancia y la rendición de cuentas: el Comité Nacional de Vigilancia, Transparencia y Rendición de Cuentas, no sólo del dinero, sino de que seamos eficaces.

Si no trabajamos y no devengamos la comisión, no hay nada que hacer aquí, hay que irse

No hay duda que esta organización tiene que ir a muchos grupos sociales, a mucha gente, a muchas asociaciones civiles; tiene que ir al mundo a hablar de apoyos en el ámbito profesional, científico, en la investigación, en la innovación. Por eso se ha creado un nuevo órgano, el de Participación Ciudadana.

Este paso, a lo mejor quienes hoy lo integran todavía no ven el alcance de la reforma, pero ésta es la vinculación con padres de familia, con universidades, con intelectuales, nacionales o internacionales.
Hoy el mundo reclama que nos unamos los sindicatos. Hoy las políticas económicas que empobrecen al trabajador y dejan a millones de jóvenes sin empleo exigen una lucha inteligente, estratégica y valiente para defender a los sindicatos.

Podemos alzar la frente, mirar a cualquiera y decirle: Somos un sindicato de verdad, no nos creó el Estado, nosotros nos dimos nuevas normas.
Somos libres, muy libres y tenemos que ser dignos de esa libertad, dignos en los valores, dignos en el trabajo, y que nadie por su ambición personal, sus químicas, sus fobias o sus situaciones equis, quiera atentar contra la unidad, porque entonces el órgano de vigilancia deberá ser claro, no para expulsar, sino para eventos como estos, denunciar.

Estamos demostrando al mundo y al país, que organización social, la que fuere, si no tiene raíz en su pasado, ni hace presente y menos ve futuro. Por eso hay un Consejo Consultivo, aquí están aquellos con los que yo inicié como dirigente, de otra corriente, pero que al final siempre han estado con su organización gremial.
Gracias Andrade, gracias Miranda, y aquí están otros que vinieron en esta nueva etapa. Apelo a su espíritu crítico, a su ánimo para que revisen lo que hay que hacer, y ellos y los de ayer, integrarán el Consejo Consultivo para que opere este nuevo órgano de gobierno.

No es unipersonal, es colegiado, esa es la diferencia, amigos, amigas.
Yo creo y debo decirlo que sin los papás, sin las mamás, sin nuestros niños, sin nuestros jóvenes, no lograremos los objetivos. Vamos a hablar con los padres, vamos a decirles que nuestras escuelas están abiertas para dialogar con ellos, vamos a buscar cómo ayudar al combate a la farmacodependencia, vamos a buscar cómo apoyar con nuestros mecanismos propios que los padres se sientan seguros de que los maestros estamos con ellos.

Quién como las maestras y maestros para entender que el conocimiento es la base de una sociedad justa y libre, quién como las maestras y los maestros para conocer el valor de la escuela pública y defenderla, quién como las maestras y los maestros para entender lo que quieren los padres para la educación de sus hijos.

¿Acaso no somos trabajadores, padres de familia, ciudadanos y maestros otra vez? Quién como las maestras y los maestros para luchar por una sociedad justa e incluyente a través de la educación.

¿Qué haríamos las maestras y los maestros sin esos amigos, esas amigas, que nos ayudan cotidianamente con las labores más modestas de nuestras escuelas? Honor a ellos, gratitud a ellos, carrera profesional para ellos, el Personal de Asistencia y Apoyo a la Educación.

Quién como una maestra que llega puntual a dar clases y apoya a sus alumnos, los concilia y los orienta para que no haya violencia entre los niños y entre las familias. Quien si no un maestro y muchos maestros forjaron esta gran patria.

Hoy en el Siglo XXI nos toca innovar la relación de muchas organizaciones más; soñar, volvamos a ser el eje transformador de México, volvamos a recuperar la enorme dignidad de ser maestro.

No traten mal a los maestros o a las maestras, porque si me expresé mal en el inicio de este Congreso al decir algo inapropiado, lo cierto es que nosotros no somos más que servidores de la clase trabajadora, de los papás, de los niños y de las mamás.

Asumo esta responsabilidad consciente de los tiempos. Sé que no estoy sola, que nunca lo he estado, porque permítanme decirlo, hoy hay un espíritu cerca de mí que me enseñó a amar lo que soy y que me enseñó como madre a ser mejor. El espíritu de una maestra está en mi ser.

A todas las maestras y maestros, a todos los trabajadores de la educación, a los padres, a los niños, a los jóvenes les decimos: nuestra misión está con ustedes.
Muchas gracias.

Amigas, amigos, gracias por este evento. Vayan con alegría, con emoción, con gusto a cumplir su misión, no duden que nosotros lo haremos con entrega total.

Hasta pronto, a chambearle duro.
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