domingo, 18 de noviembre de 2012

SNTE: A LA BASURA LAS PRIORIDADES.


SNTE: A LA BASURA LAS PRIORIDADES.

Por Wenceslao Vargas Márquez

Culminó el Congreso Nacional del SNTE. Los maestros seguimos sin conocer las finanzas nacionales de nuestro sindicato. En vez de hacerlo por escrito sobre ocho años (2004-2012) hubo un informe verbal sobre los dineros de los últimos diez meses del año en curso. ¿Qué sigue? ¿esperar ahora seis años para conocer de nuevo algo sobre el tema financiero?

Cancelada la transparencia sindical sigue el derroche del dinero colectivo. La construcción de la Ciudad de la Innovación está en marcha en el Distrito Federal. Su construcción demorará 2 años y se establecerá en un predio de 4 hectáreas, propiedad del SNTE, en la delegación Cuajimalpa. Llama la atención que se mencionara que el edificio estaría “volando” sobre el suelo, en donde se dejarán los jardines que actualmente tiene el terreno, teniendo únicamente 2 puntos “mínimos” de apoyo sobre la tierra: justo com la megalomanía que la sostiene.

Juan Díaz, secretario general del CEN, aseguró que los maestros tienen derecho a pensar en grande y negó que el proyecto de la Ciudad de la Innovación sea una obra faraónica. “Los maestros tenemos derecho a un proyecto como éste”, expresó. No es el punto que lo merezcamos o no sino saber cuánto cuesta y cómo será pagado pero –desafortunadamente- no tenemos derecho a saber ni a preguntar. Se han anunciado todos los detalles pero nada acerca del financiamiento. De ese tamaño es la incongruencia. Pero debemos ir a la pregunta: ¿Hay otras prioridades en la que debería estar ocupada la sempiterna dirigencia nacional del SNTE? Abundan los casos que deben estar por encima de la Ciudad de la Innovación. 

Uno de ellos es resolver la rezonificación de los trabajadores agrupados en la Educación Media Superior, lo que significa nivelar la diferencia salarial del 20% existente entre tabuladores salariales de trabajadores ricos y trabajadores pobres. Un cuarto de siglo de mando unipersonal, pleno, omnímodo, al frente del SNTE, no ha servido para resolver esta problemática nacional. (Sin eficacia en lo laboral, ese omnipotente poder ha servido también para impulsar o sostener a gobernadores y candidaturas presidenciales y para crear –incluso- un partido político que nos hace rememorar, por su sorprendente paralelismo, a Luis Morones, a la CROM de lo años veinte y al Partido Laborista Mexicano. Morones tenía incluso un grupo hegemónico interno, el Grupo Acción).

Invertidas las prioridades, el tema del mejoramiento salarial de los agremiados ha quedado olvidado o cancelado y es por eso que no se puede ver la nueva relección –ahora sexenal- de la Presidencia del SNTE sino como una preocupación por seis años más de abandono en el tema de la rezonificación. A ese desdén por la mejoría salarial debemos sumar el desdén por todo tipo de autocrítica. El poder absoluto desquicia absolutamente. ¿Cómo deberíamos recordar a esta dirigencia nacional que se eternizó en el cargo y que se preocupa por lo que diga la posteridad creando la Ciudad de la Innovación que ‘flota sobre el suelo’ pero no se preocupa por el ingreso salarial?  

Lo que parece es que en el SNTE ya no tenemos cómo regresar a nuestros orígenes y en comparación cualquier exceso de Jonguitud queda rebasado y perdonado. Si bien no hay (hasta hoy) una fotografía del presidente electo Peña con la presidenta del SNTE, lo  que parece es que todo los ocurrido con las (re)elecciones gremiales de ferrocarrileros, petroleros y maestros cuenta con el aval del nuevo régimen. Pero la dirigencia nacional del SNTE lo que prueba es que su prioridad seguirá siendo el partido político creado y la creación de la Ciudad de la Innovación que es como fundar la faraónica Menfis en el delta del milenario Nilo.
Inicuamente, lo salarial y prestacional no es lo prioritario. Las que deben ser nuestras verdaderas prioridades se han ido definitivamente a la basura.