SNTE: miles de millones
Por Wenceslao Vargas Márquez
Transcurrió el VI
Congreso Nacional extraordinario del SNTE y los maestros seguimos sin conocer
las finanzas nacionales derivadas de nuestras cuotas, cifras multimillonarias
amasadas a partir del uno por ciento de los salarios de los trabajadores.
Millón y medio
de trabajadores seguimos ignorando origen, monto y destino del dinero que es de
todos, no sólo de un grupo que marcha rápido hacia los 30 años de continuidad y
control sobre la canasta de un dinero que es colectivo. ¿Vale afirmar que
durante el congreso hubo un informe financiero destinado a la base de la
pirámide que paga? La respuesta es No. No hay manera de sostener una afirmación
de ese tipo:
Para que un
informe financiero de esa magnitud tenga alguna verosimilitud y sirva de
verdadero y honesto informe financiero -emitido por administradores honestos-
debería estar por escrito y publicado permanentemente en algún sitio que sea
accesible a todos los agremiados. Debe ser inmediato y periódico. Las nuevas
tecnologías de la información y de la comunicación permiten el uso de plataformas
gratuitas para hacerlo y el que no ocurra así permite la suposición de un
manejo incorrecto de esos miles de millones de pesos.
Hasta donde se
sabe –por algunos medios- el supuesto informe financiero del SNTE en Quintana
Roo abarcó los diez últimos meses del año en curso (enero-octubre de 2012). ¿Y
los años anteriores? No se reúne el congreso desde el año 2004. ¿Qué ha pasado
con ocho años de interminable flujo de dinero? El informe debió abarcar no los
últimos diez meses sino los últimos ocho años. En la base de la pirámide no
tenemos el dato. Pero no es todo: Es una pena que no tengamos manera de saber.
Esa es la razón por la que la cúpula del SNTE se resiste a los temas de
transparencia de la reforma laboral en marcha.
Un diario
nacional manejó hace pocos días que en “los primeros tres meses del año, el
Gobierno federal, junto con gobiernos estatales, recaudaron para la cúpula del
sindicato, 372 millones por concepto de cuotas sindicales, y del 16 de abril al
15 de octubre, 756 millones”. Un total de 1,128 millones de pesos sólo en diez
meses de 2012. ¿Y en los años que corren de 2004 a 2012? ¿dónde puedo leer el
informe completo? Es simple: en ningún lado. ¿Preguntar por estas cuotas es
agraviar a los administradores? Hay quienes dicen que sí: lo suponen insulto y
siguen resistiéndose a informar.
El analista Otto Granados estimaba en marzo de 2006 que
los ingresos del CEN del SNTE eran “entre mil 126 y dos mil millones de pesos
anuales”. En agosto de este año 2012, el IFAI le corregía la plana a la SEP y
ordenaba que se informara a un ciudadano de los montos que por cuotas
sindicales se entregan al CEN del SNTE. Resultó que en cinco años (2000-2005)
hubo una entrega de 1,378 millones de peso de cuotas de empleados directos de
la SEP que es la Educación Superior (Tecnológicos, CBTis y similares). Nada de
la Educación Básica (recurso
RDA 2014/12, comisionada Sigrid Arzt).
La modernidad sindical
‘innovadora y eficaz’ exige la transparencia escrita, pública y permanente. Lo
demás es lastimosa simulación. Mientras, los maestros de México, seguimos
ignorando las cifras financieras nacional de nuestro sindicato a pesar de que
se realizó un congreso nacional donde no se dio por escrito el destino de ocho
años de finanzas sino (muy apenas y verbalmente) diez meses de dinero
colectivo.
Seguirá sin aterrizar el hueco discurso de que el SNTE es moderno, eficaz e innovador.