domingo, 7 de septiembre de 2014

SEP-SNTE: EL PRESUPUESTO 2015 * Por Wenceslao Vargas Márquez



SEP-SNTE: EL PRESUPUESTO 2015
Por Wenceslao Vargas Márquez
El reciente viernes 5 de septiembre el Ejecutivo Federal entregó al Poder Legislativo la iniciativa de Presupuesto de Egresos de la Federación del año 2015. Debe ser aprobado antes del 15 de noviembre. Es la propuesta del gobierno acerca de en qué gastar el dinero público. El líder parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que el paquete para 2015 garantiza que las reformas económicas comiencen a dar frutos y dinamicen el crecimiento, además de priorizar el gasto social y asegurar el ejercicio transparente de los recursos públicos. ¿De verdad?
Pues es el momento de tomarle la palabra al diputado para saber si, en este presupuesto de egresos 2015 se incorpora, después de más de 30 años de injusticia, la rezonificación salarial de los CBTis del país. Estos planteles del país, dependientes de los señores Chuayffet secretario de Educación y Tuirán subsecretario, tienen distintos salarios para trabajadores con clave y trabajo idénticos. Hay un grupo que recibe salarios 20% menores (tabulador II) que el otro grupo (tabulador III) sin que nadie en el país ni en el SNTE haya tenido la preocupación de la corrección presupuestal de esta anormalidad. Dicho de manera muy simple es eliminar el tabulador II para incorporar a todos ellos al tabulador III aprovechando ahora que “el país ya cambió”. Algo como esto que se plantea se hizo con los trabajadores del apartado A del 123 constitucional cuando en noviembre de 2012 se eliminó una de las tres áreas de salario mínimo del país. Existían la A, la B y la C. La B se fusionó a la A con una repercusión salarial favorable y la C se renombró como B.
El momento debe ser el propicio según la lógica gubernamental. Estos planteles con el déficit salarial son del sector educativo y se les aplicará parejamente la Ley General del Servicio Profesional Docente 2013 sin tomar en cuenta las distinciones salariales. Es hora de que los señores Videgaray, Chuayffet, Tuirán y Beltrones se fijen en el problema. Es oportuno porque, según el diputado Beltrones, es hora de que la riqueza se generalice. El secretario de Hacienda Videgaray dijo que se trata en el Presupuesto 2015 “de contribuir a través del ejercicio del gasto público a que los beneficios de las reformas se traduzcan en beneficios de la economía familiar”. Perfecto.
Esta repetida solicitud de rezonificación salarial empata con la reciente discusión del aumento real a los salarios mínimos que se empuja desde el Gobierno del Distrito Federal y desde el PAN. ¿Por qué en la agenda pública está ese tema y no habría de estar la rezonificación salarial olvidada a la Educación Media Superior federal? Según un diario nacional “el presidente de la mesa directiva, Silvano Aureoles (PRD), refirió que se deberá atender la salud, la educación, la seguridad y el bienestar social. Tenemos que priorizar la inversión que genere inversión y desarrollo. Recuperar los estados, las regiones y las áreas más deprimidas”. Si es así una de las áreas deprimidas es esta diferencia salarial.
Esta situación de diferencias salariales se agrava con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios mínimos. Un estudio de la UNAM que sigue colocado en su página en la red dice lo siguiente: “En el último cuarto de siglo, el poder adquisitivo del salario mínimo perdió 76.3 por ciento, reveló el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía (FE) de esta casa de estudios. En el más reciente reporte respectivo realizado por el centro, titulado Poder adquisitivo del salario y la precarización del nivel de vida de los trabajadores en México 2012, se establece que durante las últimas tres décadas con un salario mínimo se podían adquirir 50.9 kilogramos de tortilla (...) En el año 2010, según el documento, el 49 por ciento de la población ocupada se encontraba dentro del rango de entre cero y dos salarios mínimos diarios. En términos monetarios, implicó recibir por un día de trabajo máximo 114 pesos con 92 centavos; el 10 por ciento no recibía ingreso alguno, y un 14 por ciento sólo una percepción mínima por día de labor. El año pasado, un 50 por ciento de ese segmento estaba dentro del rango de cero a dos salarios mínimos diarios, es decir, 21.2 millones de mexicanos. Así, sólo de 2010 a 2011 el porcentaje de quienes ganan hasta tres salarios mínimos creció del 57.6 al 66.4 del total de remunerados”.
Un régimen de oprobio económico como el nuestro, con sueldos exorbitantes para los altos funcionarios públicos y raquíticos para la base inferior de la pirámide salarial, debe empezar ya, urgentemente, la revisión del alcance real de los salarios. Urge la de la Educación Media Superior subordinada tanto a la SEP de Chuayffet y Tuirán como al SNTE y que tiene injustamente dos tabuladores con diferencia entre ellos de un 20% en promedio como ya ha quedado asentado.
La queja es justa y con más razón ahora para resolverse si se festejan las nuevas leyes peñanietistas con llamados del gobierno federal a “administrar la abundancia” como lo hizo el ex presidente José López Portillo en su momento. Comencemos la discusión.
SNTE Sección 32 Opción Institucional