SEP-SNTE: EL PRESUPUESTO 2015
Por Wenceslao
Vargas Márquez
El reciente
viernes 5 de septiembre el Ejecutivo Federal entregó al Poder Legislativo la
iniciativa de Presupuesto de Egresos de la Federación del año 2015. Debe ser
aprobado antes del 15 de noviembre. Es la propuesta del gobierno acerca de en
qué gastar el dinero público. El líder parlamentario del PRI en la Cámara de
Diputados, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que el paquete para 2015 garantiza
que las reformas económicas comiencen a dar frutos y dinamicen el crecimiento,
además de priorizar el gasto social y asegurar el ejercicio transparente de los
recursos públicos. ¿De verdad?
Pues es el
momento de tomarle la palabra al diputado para saber si, en este presupuesto de
egresos 2015 se incorpora, después de más de 30 años de injusticia, la
rezonificación salarial de los CBTis del país. Estos planteles del país,
dependientes de los señores Chuayffet secretario de Educación y Tuirán
subsecretario, tienen distintos salarios para trabajadores con clave y trabajo
idénticos. Hay un grupo que recibe salarios 20% menores (tabulador II) que el
otro grupo (tabulador III) sin que nadie en el país ni en el SNTE haya tenido
la preocupación de la corrección presupuestal de esta anormalidad. Dicho de
manera muy simple es eliminar el tabulador II para incorporar a todos ellos al
tabulador III aprovechando ahora que “el país ya cambió”. Algo como esto que se
plantea se hizo con los trabajadores del apartado A del 123 constitucional
cuando en noviembre de 2012 se eliminó una de las tres áreas de salario mínimo
del país. Existían la A, la B y la C. La B se fusionó a la A con una repercusión
salarial favorable y la C se renombró como B.
El momento debe
ser el propicio según la lógica gubernamental. Estos planteles con el déficit
salarial son del sector educativo y se les aplicará parejamente la Ley General
del Servicio Profesional Docente 2013 sin tomar en cuenta las distinciones
salariales. Es hora de que los señores Videgaray, Chuayffet, Tuirán y Beltrones
se fijen en el problema. Es oportuno porque, según el diputado Beltrones, es
hora de que la riqueza se generalice. El secretario de Hacienda Videgaray dijo
que se trata
en el Presupuesto 2015 “de contribuir a través del ejercicio del gasto público
a que los beneficios de las reformas se traduzcan en beneficios de la economía
familiar”. Perfecto.
Esta repetida solicitud
de rezonificación salarial empata con la reciente discusión del aumento real a
los salarios mínimos que se empuja desde el Gobierno del Distrito Federal y
desde el PAN. ¿Por qué en la agenda pública está ese tema y no habría de estar
la rezonificación salarial olvidada a la Educación Media Superior federal? Según
un diario nacional “el presidente de la mesa directiva, Silvano Aureoles (PRD),
refirió que se deberá atender la salud, la educación, la seguridad y el
bienestar social. Tenemos que priorizar la inversión que genere inversión y
desarrollo. Recuperar los estados, las regiones y las áreas más deprimidas”. Si
es así una de las áreas deprimidas es esta diferencia salarial.
Esta situación
de diferencias salariales se agrava con la pérdida del poder adquisitivo de los
salarios mínimos. Un estudio de la UNAM que sigue colocado en su página en la
red dice lo siguiente: “En el último cuarto de siglo, el poder adquisitivo del
salario mínimo perdió 76.3 por ciento, reveló el Centro de Análisis
Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía (FE) de esta casa de
estudios. En el más
reciente reporte respectivo realizado por el centro, titulado Poder adquisitivo
del salario y la precarización del nivel de vida de los trabajadores en México
2012, se establece que durante las últimas tres décadas con un salario mínimo
se podían adquirir 50.9 kilogramos de tortilla (...) En el año 2010,
según el documento, el 49 por ciento de la población ocupada se encontraba
dentro del rango de entre cero y dos salarios mínimos diarios. En términos
monetarios, implicó recibir por un día de trabajo máximo 114 pesos con 92
centavos; el 10 por ciento no recibía ingreso alguno, y un 14 por ciento sólo
una percepción mínima por día de labor. El año pasado, un 50 por ciento de ese segmento
estaba dentro del rango de cero a dos salarios mínimos diarios, es decir, 21.2
millones de mexicanos.
Así, sólo
de 2010 a 2011 el porcentaje de quienes ganan hasta tres salarios mínimos
creció del 57.6 al 66.4 del total de remunerados”.
Un régimen de oprobio
económico como el nuestro, con sueldos exorbitantes para los altos funcionarios
públicos y raquíticos para la base inferior de la pirámide salarial, debe empezar
ya, urgentemente, la revisión del alcance real de los salarios. Urge la de la
Educación Media Superior subordinada tanto a la SEP de Chuayffet y Tuirán como al
SNTE y que tiene injustamente dos tabuladores con diferencia entre ellos de un
20% en promedio como ya ha quedado asentado.
La queja es
justa y con más razón ahora para resolverse si se festejan las nuevas leyes peñanietistas
con llamados del gobierno federal a “administrar la abundancia” como lo hizo el
ex presidente José López Portillo en su momento. Comencemos la discusión.
SNTE Sección 32
Opción Institucional