EL IPN: EXCEPCIONES PARA TODOS
Wenceslao
Vargas Márquez
De
pronto, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) se convierte en una isla dentro
de la enorme laguna que es el sistema educativo nacional mexicano. Por dos vías
se han convertido sus bachilleratos en ‘prepas’ de excepción donde las leyes
educativas están –digamos- pendientes. Por la vía de la petición de parte, sin
presiones, y por la vía del conflicto, bajo presión.
Para
mejorar los bachilleratos el gobierno federal ha impulsado (como en los toros) cuatro
cosas cuatro: la Reforma Integral a la Educación Media Superior (RIEMS), el
Sistema Nacional de Bachillerato (SNB), el Programa para la Formación Docente
de la Educación Media Superior (PROFORDEMS) y la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD). A ninguna de
las cuatro obedece ya el IPN.
Por
las buenas, la defenestrada ex directora general Yoloxóchitl Bustamante,
solicitó y obtuvo una flexibilización, que significa una excepción, de la Ley
General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) en agosto-septiembre de 2013.
Los legisladores concedieron una excepción a esa LGSPD a través del artículo 20
transitorio que en la práctica pone al IPN en la comodidad de no sufrir las más
lesivas aristas de las leyes educativas nacionales que se supone están
redactadas para mejorar el sistema. Como ya hemos dicho en otros momentos, esa
excepción debió extenderse a las demás ‘prepas’ aglutinadas en el SNTE (por
ejemplo los CBTis de la Sección 32) porque todos estamos ‘homologados’ en lo
académico y administrativo desde 1984. Ya se ha visto que esta homologación es
sólo para que unos estemos más homologados que otros.
Por
las malas, bajo la presión del conflicto estudiantil, las otras tres, logradas
por los alumnos en acuerdos con el gobierno federal durante este diciembre de
2014. Dice el compromiso número dos tal como quedó redactada en el sitio en la
red de la comunidad IPN movilizada:
“Los
representantes del Gobierno Federal y de la comunidad politécnica, a través de
los representantes de la Asamblea General Politécnica, acuerdan que:
“1. En
estricto apego a la legalidad, el nivel medio superior del Instituto
Politécnico Nacional no está incorporado al Sistema Nacional de Bachillerato
(SNB), ni a la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), en
virtud de que su adhesión a ambas, es voluntaria y no obligatoria. Las
circunstancias futuras del Instituto Politécnico Nacional respecto del SNB, la
RIEMS y la modificación de los planes y programas de estudios, requerirán de la
opinión de la comunidad académica, para su ejecución por parte del Director
General del Instituto Politécnico Nacional.
“2. De
conformidad con la legislación del Instituto Politécnico Nacional, recae en
éste, en lo presente y en lo posterior, la creación, modificación o abrogación
de planes y programas de estudio, sin injerencia del Consejo para la
Evaluación de la Educación del Tipo Media Superior. A. C. (COPEEMS), el SNB, la
RIEMS, ni de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de
Educación Superior (ANUIES), asimismo no habrá injerencia en la actualización y
capacitación docente en el Instituto Politécnico Nacional, del Programa
de Formación Docente de Educación Media Superior (PROFORMDEMS).
“3. Que
una vez nombrado el Director General del Instituto, asumidos los
compromisos y abiertas las instalaciones del IPN, la representación del
gobierno federal le requerirá que dentro del ámbito de sus atribuciones, se
conduzca con estricto apego a los numerales 1 y 2 del presente acuerdo.
Complementariamente,
el gobierno se compromete a ya no seguir en la idea de formar para el país un
solo ente tecnológico cubriendo toda la geografía nacional, a saber, la
consolidación del central IPN y su reforzamiento con el extensivo Tecnológico
Nacional de México (TNM). El gobierno concede que esa continuidad se rompa.
Dice el cuarto acuerdo, siempre según el sitio del IPN movilizado: “No existe vinculación alguna del Tecnológico
Nacional de México con el Instituto Politécnico Nacional”.
Ha firmado,
pues, el gobierno, que la incorporación al SNB y a la RIEMS “es
voluntaria y no obligatoria”, ha quedado anulado PROFORDEMS y queda rota la
ruta crítica que significó el IPN+TNM. Incluso el SNTE, aún a cargo de EE
Gordillo, en octubre de 2012, generó dos secciones sindicales para el efecto:
la 60 exclusiva para el IPN que antes estaba en la 10, y la 61 -de alcance
nacional- para el TNM cuyos actuales docentes antes estaban repartidos en una
treintena de secciones sindicales.
Queda
anulado el acuerdo 442 que creó el SNB mediante decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación (DOF) en septiembre de 2008. El IPN ha logrado excluir
de sus dominios a la LGSPD, a la RIEMS, al SNB, a PROFORDEMS, a COPEEMS y a la
ANUIES. Y el IPN no es un ente autónomo como lo es la UNAM. Todas estas
excepciones han quedado asentadas en el acta 23527 en la que
el notario público 190 del DF hace constar los hechos ocurridos en la mesa de
diálogo del 5 de diciembre y fue publicada en el DOF el martes 9 siguiente. Como ya lo hemos hecho por escrito ante la SEP, ante el SNTE y ante la
oficina del Servicio Profesional Docente (DF) y como, incluso, ya lo planteamos
en las plazas públicas y en las marchas callejeras en el cuatrimestre final de 2013, podemos reiterarlo
desde aquí:
La
homologación académica de 1984 que ‘iguala académica y administrativamente’ a
todos los ‘homologados’ debe hacer extensiva a todos los homologados todas las
excepciones que se apliquen. Esta que planteamos es una petición que debe seguramente
sorprender por lo inaudita:
Queremos
excepciones para todos.
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@WenceslaoXalapa