EVALUACIÓN DOCENTE: CORTISONA Y CALENDARIOS
Wenceslao Vargas
Márquez
El tema de la
reforma educativa y el problema de la educación en México se discute con
frecuencia desde simplificaciones sin fundamento.
Una
simplificación, que conduce a errores de interpretación y comprensión de la
problemática educativa nacional, es la frecuente afirmación en la mayoría de los
medios de comunicación de que la oposición a la evaluación -tal como la propuso
y echó a andar el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE)-
es criticada únicamente por los colegas docentes que son militantes de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), grupo político
interno del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). La
afirmación es falsa.
La crítica a la
evaluación tal como está diseñada y como se ha ido implementando en el país ha
sido rechazada en la mayor parte del país por docentes adheridos a la CNTE, por
docentes de otras militancias internas del SNTE, por profesores sin militancia
alguna, por académicos de recia calidad profesional (del sólido Colegio de
México y de otros espacios) y por un largo etcétera de mexicanos con la
herramienta más clara de comprensión que es lo que se llama sentido común. La
diferencia se ha dado sólo en matices y métodos de análisis, crítica y lucha.
Basta ver las
redes sociales, principalmente la azul con su Muro y sus Likes, para darse
cuenta del rechazo magisterial generalizado, no a la evaluación como método o
instrumento de mejora (eso suena bien y está bien) sino a la evaluación tal
como está diseñada por quienes se presentan como expertos. Imagínense, si ellos
son los expertos... Son miles y miles, decenas de miles de compañeros que
valientemente ponen su nombre propio, su fotografía y el nombre de su escuela y
sostienen valientemente que esa modalidad de evaluación (la evaluación para
agraviar y cesar) no puede ni debe transitar. Menos debe incidir para saber si
permanezco en mi adscripción o no. Fuera de los cuatro estados que la
Secretaría de Gobernación señaló el reciente fin de semana electoral como
opositores hay miles en toda la geografía nacional.
Abundan las
razones para el rechazo a la evaluación tal como está: por su centralización,
su tamaño descomunal de elefante reumático (la frase es de Reyes Heroles); por centralizada
y enorme suena a evaluación soviética, fallida en su presupuesto, incapaz de
cumplir con lo elemental como es asignar tutores, e incapaces tanto el INEE
como la evaluación de siquiera crear un calendario estable para efectuar las
evaluaciones. Repasemos los calendarios que ha publicado el INEE en los últimos
meses, todos corregidos, el último “pospuesto indefinidamente” por causa del
caos y las disputas entre autoridades. ¿Cómo aceptar una evaluación así, con un
calendario imprevisible?
Uno: El 10 dic
2013 se publicó el primer calendario cuando apenas en septiembre del mismo año
se publicaban las reformas secundarias (leyes reglamentarias) y el magisterio
estaba volcado en calles y plazas protestando por los desaciertos del proceso.
El calendario de 17 cuartillas incluía ya, en el apartado IV, las evaluaciones
de promociones a Dirección y Supervisión para los años 2015-2016. El calendario
se mantuvo con alfileres.
Dos: El 28
agosto de 2014 se publicó en 29 cuartillas un nuevo calendario de evaluaciones.
Parecía que quedaba estable a largo plazo pero no fue suficiente. La
modificación se dio en la VIII/2014 sesión ordinaria de la Junta de Gobierno
del INEE. Tres: El 17 de febrero de 2015, comenzó a circular un calendario consistente
en una sola hoja conteniendo un cuadro de doble entrada con fechas de febrero a
noviembre del mismo 2015 y 18 acciones a ejecutar; parecía ser destinado a
convertirse en un eficaz Vademecum docente. Tenía el título Calendario de
Evaluaciones 2015. No sirvió. Tres: El 26 de febrero de 21015 se publicó un
nuevo calendario de evaluaciones en 43 cuartillas. Cuatro: En el reciente mayo
se publicó otro con el mismo título que el del 26 de febrero “Evaluaciones del
Servicio Profesional Docente, Calendario 2015, Actualizado al 21 de mayo de
2015”. Contenía 48 cuartillas y fue autorizado por la sesión V/2015 de la Junta
de Gobierno.
En todos los casos cada calendario aparece rehecho con
abundantes letreros rojos que llaman la atención sobre las fechas modificadas
por el Instituto. El calendario del 21 de mayo ya tuvo sólo texto en negro,
quizá mortuorio, porque pareció un personaje de García Márquez: se nos murió a la
semana. El 29 de mayo de 2015, mediante el comunicado fantasma 129 de la SEP,
la Comisión Nacional del Servicio Profesional Docente avisó de una sola patada
la manera en que las evaluaciones, el calendario y sus fechas se iban directo al
cementerio: “Con motivo de nuevos elementos a considerar en el proceso de
evaluación para el ingreso, promoción y permanencia en Educación Básica y Media
Superior, quedan suspendidas indefinidamente las fechas publicadas para su
realización”.
¿No es esto el
caos en un proceso que exige que confiemos los docentes porque si no somos
mediocres, holgazanes y corruptos? El corazón de la reforma educativa es la
evaluación y entiendo que los docentes coinciden en que se realice pero no para
el oprobio y el escarnio sino para que el sistema educativo mejore y se mueva. Debe
rediseñarse la evaluación en congruencia con el comunicado 129 de la SEP.
Jesús Reyes
Heroles dijo en 1983 que la SEP era (es) un elefante reumático. En una
reflexión de 2008 el entonces director del INEE alentaba la aplicación de
evaluaciones al paquidermo reumático. La evaluación, decía Martínez, es como la
cortisona: No cura y tiene efectos secundarios. Añadía comprensivo:
Pero permite que
las articulaciones del elefante se muevan.
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@WenceslaoXalapa