domingo, 21 de junio de 2015

EVALUACIÓN: EL DOCENTE BAJO EL ESCÁNER * Wenceslao Vargas Márquez



EVALUACIÓN: EL DOCENTE BAJO EL ESCÁNER
Wenceslao Vargas Márquez
El secretario federal del ramo educativo se puso climatológico y amenazó con que llueva o truene habrá evaluación docente y, envuelto en la bandera tricolor, añadió después que no hacer la evaluación docente implica ofender al presidente.
Sonó como a discurso de Díaz Ordaz o de Echeverría.
Este discurso del secretario Chuayffet salió a la luz después de una suspensión de diez días (de 29 de mayo al 7 de junio) del calendario de las evaluaciones docentes. Una vez pasadas las elecciones federales intermedias, cuando las evaluaciones fueron reactivadas, el 8 de junio, el conductor de la sesión mediática donde el secretario Chuayffet reactivaría las evaluaciones advirtió a los presentes: No se aceptan preguntas, aunque al final hubo “tres preguntitas”. Esencialmente dijo el secretario el 8 de junio lo siguiente:
El viernes 29 de mayo, diversas autoridades locales se encontraban todavía realizando los trabajos para poder contar con los domicilios, con las computadoras y con la conectividad requerida, por lo que a esa fecha no habían reportado dicha información como se desprende de la Fe de Hechos, aplicada por el Notario Público 190 del Distrito Federal que remitiré, adjunta a este documento, al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Por lo anterior, considerando los elementos descritos anteriormente, la Coordinación Nacional de Servicio Profesional Docente emitió el boletín 129, el mismo 29 de mayo, por el cual se informó que quedaban suspendidas indefinidamente las fechas publicadas para la realización de los procesos de Evaluación para el Ingreso, la Promoción y la Permanencia en Educación Básica y Media Superior. Es conveniente precisar que suspender no significa otra cosa más que detener o diferir por algún tiempo una acción u obra, esto lo dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española; y de ninguna manera quiere decir, como se escribió, cancelar, dar por terminado, el proceso de evaluación de los maestros.
Más adelante en el mismo discurso del 8 de junio el secretario hizo un resumen: “En suma, el boletín obedeció a dos razones: una de carácter técnico por no contar con los lugares para practicar el proceso de evaluación y por no contar todavía totalmente con las computadoras y la conectividad necesaria. Y otra, de carácter político, que nos exigía mantener una extrema prudencia para no vulnerar el desarrollo de un proceso electoral trascendente para el país”.
El anuncio de la “suspensión indefinida” fue tomado muy en serio por el propio Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación INEE, por el poder legislativo federal y por asociaciones como Mexicanos Primero que incluso promovió un amparo. Días después el Juez Sexto de Distrito en Materia Administrativa del Distrito Federal ordenó que se respetara el calendario de evaluaciones docentes quien falló en favor de la organización en las primeras horas del mismo lunes 8 ordenando reactivar las evaluaciones. El juez citó a las partes al 12 de junio para la celebración de la audiencia incidental y para el 26 de junio para la celebración de la audiencia constitucional dentro de este juicio que apenas inicia. Ignoro lo que ocurrió después.
De todo esto se deriva la petición de comparecencia del secretario para el martes 23 de junio. Comparecer o no da igual en nuestro régimen; la comparecencia es inocua. En la práctica nada significa estando todos los partidos en connivencia con su propio estado de confort. Los críticos con frecuencia les llaman compadrecencias donde el compareciente sale en hombros después de docena y media de selfies con quienes lo convocaron.
Por cierto que si alguien quiere saber quién evaluará a las autoridades si no cumplen, el INEE -en cierto catecismo de preguntas y respuestas-, dice que el severo vigilante de ellas es la Función Pública, o sea Virgilio Andrade, quién anda buscando por Iztapalapa la ubicación de la desastrosa casa blanca del presidente, cuando le dijeron que buscara por el rumbo de Chapultepec.
Las evaluaciones y la reforma educativa nacieron porque se señalaba que las plazas docentes se heredaban. Se quiere olvidar con frecuencia que lo que la ley dice y sigue diciendo a través del art. 62 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado es que los sindicatos burocráticos tienen derecho de proponer el 50% de las vacantes. Esto sigue vigente en la ley y sigue siendo válido para todos los demás sindicatos, excepto el SNTE en materia docente.
Pero regresemos al discurso del secretario. La última pregunta-comentario el día 8 de junio en que se reactivó el calendario de evaluaciones concluyó con una frase irónica. Dijo una reportera: “Dicen que usted va a renunciar”. Contestó el secretario Chuayffet con una frase enigmática: “¿Ah, sí? Dicen que usted se llama soledad”.
La reforma marcha a tropezones sin que las autoridades cumplan con lo suyo. Mientras tanto, miles y miles de docentes, cientos de miles, pasaremos en la banda sinfín, como cajitas de cartón con código de barras, bajo las horcas caudinas del nuevo fetiche, del fetiche de moda: la rutilante luz roja horizontal de un escáner.
Twitter @WenceslaoXalapa