lunes, 19 de octubre de 2015

Educación: la requisa de octubre



EDUCACIÓN: LA REQUISA DE OCTUBRE.
Wenceslao Vargas Márquez

Una grata sorpresa hallada en este octubre es que las áreas dedicadas a la educación en lo internacional y en lo local tienen ideas para mejorar la educación mexicana. Octubre ha dado luz y esperanza a los desfallecientes desde dos interesantes ángulos: la Unesco anunció que tiene seis ideas; la SEP de Aurelio Nuño publicó que tiene siete. Veamos cuáles fueron:

La Unesco recién ha publicado sus seis ideas: 1) Reemplazo del mecanismo de repetición de grado - o sea que no se reprueben alumnos; 2) Expansión de la educación preescolar para niños y niñas entre 4 y 6 años; 3) Diseñar y probar programas de apoyo académico en disciplinas específicas para estudiantes rezagados; 4) Políticas y prácticas para la equidad en el aprendizaje entre niños y niñas; 5) Políticas y prácticas que permitan la paridad de aprendizaje entre estudiantes indígenas y no indígenas; 6) Medidas para paliar la asociación de las desigualdades socioeconómicas en el logro académico.

Por ser uno de los puntos reclamados contra la reforma, que evalúa docentes sin el contexto, anotamos la sexta recomendación: “Existe una fuerte asociación entre el nivel socioeconómico de los estudiantes y las escuelas con el desempeño, por ello, es necesario el desarrollo de políticas sociales intersectoriales (salud, alimentación, vivienda, trabajo) para mitigar la relación de dichas variables con el logro académico. Es indispensable que los docentes y los centros educativos tengan las herramientas y estrategias pedagógicas, así como las condiciones materiales, para promover el desarrollo de los niños. Se requieren programas de apoyo para las escuelas, con acompañamiento y evaluación rigurosa, que permitan su adaptación continua hasta conseguir los resultados deseados”.

Esto lo dice la Unesco pero como si nadie lo dijera. La SEP y el INEE prestan oídos sordos a este párrafo de la Unesco, oídos sordos a los reclamos docentes, y oídos sordos a los artículos 8 de la Ley General de Educación y al art. 68 de la Ley General del Servicio Profesional Docente. El SNTE y sus secciones, al parecer, tampoco se preocupan por el asunto, asunto que dará materia a abogados y a controversias jurisdiccionales porque entramos los docentes a una evaluación sin las garantías que la propia ley ordena.

Por otro lado, decíamos, la SEP de Nuño también tiene ideas. Bastantes. Tiene siete. Son las siguientes: 1) Poner a la escuela en el centro del sistema educativo; 2) impulsar el nuevo programa de certificados de infraestructura educativa; 3) continuar con el desarrollo profesional docente; 4) revisar el modelo educativo, planes y programas de estudio; 5) fomentar la equidad y la inclusión; 6) vincular al sistema educativo con el mercado laboral, y 7) fomentar la reforma administrativa al interior de la SEP, a fin de que sea más eficaz y más eficiente en la implementación de la Reforma Educativa.

La concreción de las siete ideas de la SEP de Nuño pasa por el recorrido nacional a las escuelas, cada lunes, durante el homenaje a la bandera (‘Se levanta en el mástil mi bandera…’). La visita más reciente fue a Morelos el lunes 19 de octubre como preámbulo a la realización de algo que han dado en llamar la Conago educativa. Sus críticos dicen que, al ser un desconocido por el electorado mexicano, anda en campaña por la candidatura presidencial del PRI para el 2018 donde lleva la ventaja Beltrones. 

Él replica que anda en campaña por la reforma educativa. Lo cierto es lo primero, y en su momento se sabrá si Nuño será la reedición de Ernesto Zedillo que salió en 1994 de la oficina del mítico José Vasconcelos para ser presidente de la república. Peña Nieto hará hasta el final el intento. Mientras tanto el secretario-candidato Nuño tiene fallas de comunicación pues de ser coordinador en jefe de dos  millones de trabajadores docentes y no docentes logra apenas la raquítica cifra de 40 o 50 espectadores en la red social Periscope que depende de Twitter. Algo le está fallando.

A pesar de tantas ideas (seis de la Unesco y siete de la SEP), la reforma educativa 2013 no se ha implementado con corrección. Como la idea no es mexicana sino que es una idea transnacional de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es ella, la OCDE, la que tiene que revisar in situ si todo va bien. Por eso el primer día de octubre llegó una requisa de la OCDE, la requisa de octubre, a realizar un seminario de título inquietante: Seminario Internacional OCDE-México, Impulsando la Reforma Educativa. El título inquieta desde el gerundio.

Debe venir la OCDE, encabezada por la interventora en jefe de la requisa de octubre (Montserrat Gomendio, directora de Educación y Competencias del organismo), a revisar y a impulsarla, ojo, a impulsarla, porque la reforma educativa desfallece, y desfallece por la pésima implementación imputable a los altos directivos mexicanos dela SEP y del INEE. Desfallece también porque el titular de la SEP tiene la mira en la próxima elección a como la tuvo Vázquez Mota (SEP) o Adolfo Mota (SEV) en Veracruz. Alegan amor a la educación y a los niños pero les late el corazón por el próximo cargo.

Además de las fallas de procedimiento, se les cae la plataforma virtual a cada rato y ha obligado al INEE a sacar seis calendarios de evaluación tan solo en el año 2015 y a prorrogar una y otra vez el momento en que debe el docente a subir sus evidencias de trabajo para ser revisadas por quién sabe quién. La fecha prorrogada más reciente es la del 31 de octubre. (El mal es de muchos, el consuelo es de todos: igual se cae la plataforma de la expedición de pasaportes a la Secretaría de Relaciones Exteriores). Por eso la OCDE se preocupa desde ahora e interviene con su discreta requisa de octubre.    

A pesar de los tropiezos y como la evaluación es punitiva (castiga si el docente se evalúa; castiga si no se evalúa) la SEP ha publicado hace pocos días que ha despedido del servicio a 291 docentes de nuevo ingreso que no se presentaron a la primera evaluación. De esos 291 (presumiblemente miembros del SNTE la mayoría) eran de Veracruz “entre uno y cinco”, dijo la SEP. Increíblemente no tienen la cifra exacta. De inmediato la SEV local, por voz de su titular, Xóchitl Osorio, aclaró que en Veracruz no hay cesados. ¿Entonces? Alguien no dice la verdad.

Paralelamente el gobernador veracruzano Javier Duarte, a través de un decálogo, avisa que cesará a más de dos mil 173 persona a las que denominó ‘aviadores’ que acaban de encontrar en la Secretaría de Educación local y jubilará a más de mil 585 estatales. Agradece esa posibilidad a que tenemos una reforma educativa pero extrañamente funda su decisión en art. 47 de la Ley Federal del Trabajo, no en alguna reglamentación de la reforma educativa. Toca las compatibilidades de empleo en el tercer tema, cancelación de cobros dobles en el cuarto. 

Por el tema 5 se hace revisión de estructuras ocupacionales de cantidad de alumnos por maestro, por el 6 será obligatorio que las recategorizaciones docentes sólo se hagan por la vía de la reforma educativa (tema que pondrá al descubierto algunas falsedades sindicales); por el tema 7 se culminará la bancarización de pagos y ya no habrá más cheques en papel; por el 8 las compensaciones se reducirán a mandos medios y superiores; por el 9 se reducen gastos de operación, arrendamiento, energía, agua, se reduce la telefonía convencional y se cancela la celular; por el 10 se fortalecerá la infraestructura educativa.

La OCDE vino en octubre a impulsar la reforma y parece haber impulsado a Veracruz. Quizá todas estas medidas en Veracruz sean consecuencia de esa discreta requisa de octubre.