EVALUACIÓN DOCENTE VOLUNTARIA
Wenceslao Vargas
Márquez
En algún comentario anterior hicimos una brevísima lista
de las grietas políticas que presentaba la reforma educativa y su más sensible
arista que es la evaluación docente al personal antiguo. No anotamos en la
lista a López Obrador y dijimos las razones:
“No anoto a López Obrador como tercera
fisura porque le ha faltado la seriedad que conlleva implicar en su discurso
una agenda y un cronograma, con más razón si tiene a su favor una bancada federal
de legisladores. No lo hace. López no precisa qué persigue y sólo habla de
meras generalidades ante auditorios adictos como con el quinto punto anunciado
en su marcha del domingo 26 de junio en la ciudad de México donde la principal
televisora privada del país le reconoció haber reunido 50 mil personas. Narra
hechos y nada propone sino marchar y marchar, nunca dejar de marchar (…) Sólo
él sabe por qué declara y declara y marcha y marcha y no presenta iniciativas
de ley que modifiquen lo que pueda estar mal. Es su cálculo presidencial; está
bien”.
Ahora sabemos ya las razones del silencio legislativo de
Morena. Resulta
que ante cierto comunicador matutino, adventicio notario, vía radiofónica,
López Obrador avisó -para sorpresa de tirios y troyanos- que está de acuerdo
con la reforma educativa (jueves 14 de julio) y pide que no se anule porque no
le gustaría gobernar al país sobre escombros ahora que gane (y su triunfo en
2018 está cada día más cerca, gracias a las reformas estructurales, la
corrupción y la impunidad).
Puede
describirse este hecho de otra forma: López Obrador firma el 14 de julio de
2016 el Pacto por México, a posteriori, tres años y medio después, y se pone en
la tesitura del PAN, del PRI, del PRD, de Mexicanos Primero, del INEE, de la
Iniciativa Privada, incorporado López a esa lógica uniformidad que sostiene a la
reforma educativa desde el régimen. Desde ese día ya no existe en lo educativo la
disyuntiva Morena o los Otros; desde el día 14 de julio la copulativa (me
refiero a lo gramatical) es los Otros y Morena (en ese orden).
El comportamiento político es raro: Morena se mueve desde la estridencia protestante al discretísimo alineamiento con el oficialismo en el tema educativo vía un radiofónico Amlo; por el contrario, el PRD, que firmó el Pacto por México en las elegantes mesas del oficialismo va ahora hacia la ruptura light con el régimen al reunirse con la CNTE bajo agenda y cronograma para desandar todo lo que pueda de lo andado mientras los astros terminan de alinearse.
El comportamiento político es raro: Morena se mueve desde la estridencia protestante al discretísimo alineamiento con el oficialismo en el tema educativo vía un radiofónico Amlo; por el contrario, el PRD, que firmó el Pacto por México en las elegantes mesas del oficialismo va ahora hacia la ruptura light con el régimen al reunirse con la CNTE bajo agenda y cronograma para desandar todo lo que pueda de lo andado mientras los astros terminan de alinearse.
Y resulta que un
astro mayor, Schmelkes, presidenta del INEE, rechaza una modificación de fondo a
la reforma educativa (estilo López Obrador) pero en entrevista (La Jornada,
16 de julio), “anunció que entre las medidas que podrían aplicarse a la
próxima etapa de la evaluación del desempeño –contemplada para noviembre– está
cambiar su naturaleza para hacerla voluntaria.
Reconoció que ante una revisión global de los procesos de evaluación, algunas
modificaciones podrán llevarse a cabo de forma inmediata, pero muchas se
tendrán que ir programando para años futuros”.
Esto que dice la
doctora implica modificar el octavo transitorio de la ley docente. No debe
preocuparse la doctora Schmelkes. López Obrador propone (se supone que
empujaría a su bancada en ese sentido) el plazo del primer día de septiembre
para modificaciones legislativas secundarias (estilo Schmelkes) sobre las que
ya trabajan algunos otros partidos políticos. Y aquí cabe sin prisas la
propuesta de modificación para hacer de la evaluación docente un acto
voluntario, optativo, para el personal que ya estaba en servicio antes de
entrar en vigor la ley del servicio profesional docente.
Qué bueno que se
sabe que el INEE no le ve objeciones serias. Además, ya hemos dicho que
indudablemente habrá personal voluntario por varias razones. Una de ellas (entre
otras que ya hemos anotado) es la legítima búsqueda del incremento económico
del 35% de aumento salarial. Esto no es obstáculo para que personal que optativamente
no se evalúe pueda participar en los cursos de regularización que se han
autorizado.
La doctora
Schmelkes ha informado también que la única (“única”) forma de evaluar a un
docente es observarlo en el aula pero que cuando pretendieron en el INEE echar
a andar el procedimiento, “metieron números”, dice, y desistieron. Todo es
dinero. Al cuello de botella económico de la falta de dinero para las
evaluaciones correctamente manda hay que sumar algo de lo que pocos hablan: los
programas de retiro que se autoricen al personal antiguo que deba ser retirado
del servicio por no acreditar tres evaluaciones consecutivas.
Se necesita ese dinero para fines del 2017 pues ya un grupo de docente va a su segunda evaluación en noviembre del año en curso para efecto de permanencia en el empleo y tendrán su tercera evaluación y eventual retiro el año que viene. Al dejar de ser obligatoria la evaluación, al ser voluntaria, será menor la cantidad de personal antiguo (y por tanto de presupuesto federal 2017) que invoque el pago por retiro.
Se necesita ese dinero para fines del 2017 pues ya un grupo de docente va a su segunda evaluación en noviembre del año en curso para efecto de permanencia en el empleo y tendrán su tercera evaluación y eventual retiro el año que viene. Al dejar de ser obligatoria la evaluación, al ser voluntaria, será menor la cantidad de personal antiguo (y por tanto de presupuesto federal 2017) que invoque el pago por retiro.
Los días por
venir serán intensos: el martes 19 de julio se debe instalar la mesa educativa
Segob-CNTE, el miércoles 20 la SEP presentará el nuevo modelo educativo que es
por donde debimos empezar, el jueves 21 la mesa social Segob-CNTE, mientras se
mantienen las mesas permanentes SEP-SNTE y Legislativo-CNTE. Lo educativo ya no
deja espacio para caminar si no es zigzagueando buscando no golpearse las
caderas: todo está lleno de mesas. Y en medio del espacio saturado de mesas
debemos tomar nota de una declaración presidencial y de dos plazos que
convergen:
La declaración
es una (inusitada como la de López) del presidente Peña tolerando, autorizando
discutir el tema educativo en el legislativo federal. No tenemos registro de
una declaración presidencial así en los meses recientes. La dio el presidente
el sábado 16 de julio (misma fecha de las declaraciones de Schmelkes) al final
de una carrera en la que participó con su Estado Mayor y eso abre otro espacio
de discusión y flexibilidad.
Las fechas que
convergen son llamativas. Nótese: le dijo la SEP al SNTE que el procedimiento
de evaluación docente corregido estará listo en 45 días. Este plazo se vence el
último día de agosto. A su vez Amlo recomendó el día 14 de julio que antes del
primero de septiembre, es decir del mismo 31 de agosto, se revise la reforma educativa
en el legislativo. Los plazos son los mismos. ¿Por qué? ¿es sólo coincidencia?
López Obrador
habló el día 14 y dejó sola a la CNTE en su lucha por la eliminación total de la
reforma educativa con todas sus implicaciones y consecuencias. Es su cálculo
político (que no atinábamos a desentrañar) rumbo al 2018.
Se ha puesto mediador,
reflexivo, prudente, pactista, al
grado de que, a veces, he llegado a
confundirlo con Gil Zuarth.
@WenceslaoXalapa