domingo, 4 de septiembre de 2016

La atroz filantropía del INEE

La atroz filantropía del INEE

Wenceslao Vargas Márquez

El 29 de mayo de 2015 el secretario de Educación, Chuayffet, pospuso por unas horas la obligatoria evaluación docente (comunicado SEP-129-2015) y casi lo fusilan las fuerzas vivas de la nación (me recordaron en su momento a la película Calzonzin Inspector, de Arau, 1974). Un año después, el 25 de agosto de 2016, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE, por sus siglas en ¿cirílico?) suspende la evaluación docente un año.

Canceló el INEE la evaluación porque su procedimiento de implementación estuvo lleno de irregularidades. Por esas gravísimas irregularidades no se le aplicará la evaluación a los docentes en 2016 pero es increíble que sí se les aplicará -en repetición- a los docentes ‘insuficientes’ de 2015. Pregunto: ¿Si la evaluación docente está bien hecha por qué la posponen a los docentes del 2016? ¿Si la evaluación docente está mal hecha por qué la repiten a los docente del 2015? Lo diré en inglés: No comprendeshion.

EL INEE no explica por qué ese procedimiento, pésimamente hecho, no será aplicable a los docentes 2016 pero sí es aplicable para los docentes del 2015 en el próximo noviembre. La amnistía filantrópica del INEE perdona a unos pero no a los otros y lo argumentaré con un párrafo de Borges tomado de El atroz redentor Lazarus Morell, de su perfecta Historia Universal de la Infamia.

En 1517 el P. Bartolomé de las Casas tuvo mucha lástima de los indios que se extenuaban en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas, y propuso al emperador Carlos V la importación de negros que se extenuaran en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas”. Es lo que Borges califica como la “curiosa variación de un filántropo”.

Con estos procedimientos inverosímiles el INEE exime a unos y obliga a otros a pasar por las horcas caudinas, las que humillaron al ejército romano en el cuarto siglo antes de Cristo. Horcas caudinas para docentes repetidores del 2015, variación curiosa de una atroz filantropía para los docentes del 2016.

Aquí planteamos lo contrario: Si el procedimiento, por pésimo, se cancela para el 2016 debe cancelarse también, por las mismas razones para los repetidores del 2015. ¿Procedimiento pésimo? Exacto, pésimo, y lo documentaremos aquí con las propias palabras de las autoridades, conste, de las autoridades, no con palabras de los colegas de la CNTE.

La prensa dijo el 17 de julio del año en curso lo siguiente, reproduciendo palabras de Gilberto Guevara Niebla, consejero del INEE quien frecuentemente clama contra otros por el garrote que él injustamente recibió en 1968 (bit.ly/2bp9Eq3):

El embrollo en que está la reforma educativa se debe a que desde el principio se hicieron mal las cosas; definimos a la carrera perfiles, parámetros, indicadores de medición, y eso también se hizo mal". A lo largo de su exposición, que duró casi una hora y que se tornaba humorística a ratos, también criticó la contratación del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) para que evaluara e hiciera exámenes, sin ninguna experiencia en exámenes de Educación Básica. “Se les encargó y lo hicieron mal, a la carrera, urgente, mal”, dijo.

Narra el reportero Gerardo González Acosta (GGA) que Guevara Niebla se pone humorístico. Yo no veo qué pueda generar de humorístico el que el señor Guevara Niebla no hace bien su trabajo del que depende una inicua evaluación y de ella mi empleo, y todavía se ríe. Francamente, no sé de qué pueda reírse; y me atengo a que la narración de GGA es cuidadosa. Insisto: lo que reprueba Guevara (perfiles, parámetros e indicadores hechos a la carrera) siguen vigentes para la aplicación de noviembre a repetidores del 2015 gracias a la atroz filantropía del INEE. Sigamos con la nota:

Se obligó a salir muy rápido, no se informó apropiadamente, se creó una estructura sobre la marcha y muy absurda, para evaluar; además, para dirigir el proyecto más importante de la Reforma Educativa, se puso al frente a un administrador que es muy bueno para ver números, mover plazas, pero nada más”. Ojo con el raspón a Ramiro Álvarez Retana, encargado de operar la reforma, y en particular el servicio docente, desde la SEP. Según Guevara Niebla, Álvarez Retana tiene la culpa de todo.

Continuemos: “Aceptó (Guevara Niebla) que lo sucedido el año pasado (2015) con esta evaluación de desempeño, aplicada a más de 100 mil profesores, es que hubo muchos errores, pifias, en los procesos, en el trato humano hacia los profesores, hubo educadores que exageraron y trataron mal a los maestros. Hubo problemas de logística graves”. Si el lector gusta anotemos los sustantivos y adjetivos que llevamos hasta aquí: evaluación mal hecha, a la carrera, absurda, mal, grave, errores, pifias. Y todo sigue en pie.

 Dejemos en paz a Guevara y tomemos a Schmelkes: Ha dicho la doctora presidenta que la única manera de evaluar a un docente es observarlo en el aula pero que echaron números y no alcanza el dinero disponible. ¿Entonces? Pues evaluamos con cualquier instrumento mal hecho (Guevara dixit) y si se queja el docente lo descalificamos con que es un holgazán de la CNTE, y caso resuelto.

El 25 de agosto reciente repitió Schmlekes que la observación en el aula no se practica “principalmente por el costo”. A pesar de todo esto la doctora  dijo el mismo 25 de agosto que La primera evaluación docente (la de 2015) fue técnicamente válida y sus resultados son justos. Me pregunto: Si fue técnicamente válida y justa ¿por qué la omiten en 2016? Francamente no les entiendo. Y no es lo único. La evaluación ha sido caótica. Repasemos:

A principios de 2015 se dijo que el Informe de Responsabilidades Profesionales (IRP) firmada por el director era lo más importante en la evaluación docente ante la ausencia de la observación en el aula, que no se hace porque es cara. En noviembre de 2015 se dijo que el IRP mejor se deseche (Diario Oficial, 13 noviembre 2015), y que si la tiene el docente que bien, y si no también.

En 2015 se defendió enérgicamente el calendario inflexible de 200 días. En 2016 se defiende enérgicamente el calendario flexible de 185.

A principios de este año se dijo que era urgente sumar una hora de trabajo a la educación preescolar. A mediados de agosto la SEP-Mx dijo que era urgente restar una hora de trabajo a la educación preescolar (Oficio 979/216, del 19 de agosto dirigido a SEV Xalapa).

En 2015 se le dijo a todo el mundo que lo idóneo (el contextual adjetivo del agravio) era evaluar al docente en 4 (cuatro) etapas bellas, preciosas y encantadoras. El 25 de agosto dijo el INEE a todo el mundo que lo idóneo era evaluar al docente en 3 (tres) etapas bellas, preciosas y encantadoras. ¿Entonces?

Siempre se ha dicho (lo dice la ley) que la evaluación docente es obligatoria. El 25 de agosto dijo el INEE que la evaluación es voluntaria (para 2016).

Es el caos que el Gran Arquitecto del Universo deconstruyó en el Génesis (DRAE: Deshacer analíticamente los elementos que constituyen una estructura conceptual) pero en la evaluación docente sigue vigente ese caos. Las representaciones sindicales (el SNTE a la cabeza) no deben permitir esta atroz filantropía del INEE que cancela a los docentes del 2016 pero aplica a docentes 2015 una mismo procedimiento evaluador que está mal hecho. Las representaciones sindicales deben plantear una posposición para todos hasta el 2017.

Y plantear también que Guevara Niebla deje de reírse.   

Twitter @WenceslaoXalapa