Amlo y las encuestas
Wenceslao
Vargas Márquez
Han dicho algunos columnistas que el candidato presidencial puntero en todas las encuestas, López Obrador, de Morena, está creando intencionalmente en el electorado una percepción, la percepción de que va adelante en las encuestas para reclamar fraude electoral cuando resulte derrotado. Revisemos el dicho de estos columnistas con lo único con que se pueden revisar esas tipos de afirmaciones: con números.
Los
números con los que revisaremos no son de encuestas sino de agregadoras o
promediadoras de encuestas, centros de estudio electoral que se dedican a
ponderarlas por su calidad (tamaño de muestra, exactitud histórica, margen de
error, etc.) y a quitarle extremos numéricos para presentar una información más
real.
Entremos a la frialdad de los números revisando agregadoras para confirmar
o negar si hay una sensación creada por el propio Amlo de que él será el
ganador de la contienda. Primero informemos que al 16 de mayo Oraculus le da a
Amlo una ventaja de 14 puntos, Bloomberg de 15.7 y Numérika 12.6, distancia
considerable para 42 días restantes de campaña.
La
primera de tres agregadoras que revisaremos al detalle será Oraculus. Por
nuestra parte tenemos capturada la información de las actualizaciones desde noviembre
de 2017. Disculpará el lector la abundancia de números pero, para reducir la
fatiga visual, anotaremos las actualizaciones correspondientes a sólo una parte
de abril y a lo que va del mes de mayo. Si alguna se nos escapó no sería
significativo como el lector verá. Las cifras corresponden a la actualización
del 16 de mayo:
Las
últimas cinco cifras porcentuales de Amlo son: 45, 44, 43, 43, 43; las últimas
cinco de Anaya: 32, 31, 29, 29, 29; las últimas cinco de Meade: 18, 19, 20, 20,
20. Veamos las últimas diez distancias computadas entre Amlo y Anaya: 15, 14,
15, 16, 15, 13, 13, 14, 14, 14. ¿Se acercan, se alejan o se mantiene la
distancia? Podemos demostrar que en conjunto la distancia aumenta.
Veamos
ahora las siete últimas actualizaciones de Bloomberg, todas de mayo, la más
reciente del día 13: Amlo 47.3%, 46.2, 44.9, 45.0, 46.4, 45.8, 45.4; Anaya 29.8,
30.9, 31.1, 29.3, 28, 27.8, 27.7; Meade 17.2, 17.3, 18.0, 18.8, 17.8, 18.6,
18.9. Veamos ahora el dato más importante, las últimas diez distancias entre
Amlo y Anaya. Ellas son: 18.7, 18.2, 17.9, 17.5, 15.3, 13.8, 15.7, 18.4, 18,
17.7. Revise el lector con
detenimiento el tema toral de las discusiones sobre encuestas: ¿se reduce o se
ensancha la distancia? Podemos demostrar que la distancia, en promedio,
aumenta. Otras agregadoras, no encuestadoras, manejan cifras similares.
La línea roja representa la distancia creciente en puntos porcentuales entre Amlo y Anaya con datos de Numérika al 14 de mayo. Interpretación propia. |
Regresemos entonces a la pregunta inicial: ¿López Obrador está creando intencionalmente una percepción falsa de que va triunfando? Creemos que no es el caso. Mejor reescribamos la pregunta: ¿López Obrador tiene en sus manos, a como tenemos todos, información estadística no que “genera una percepción falsa” sino que afirma una evidencia empírica? La respuesta es sí, este es el caso.
El militante partidista se niega a ver lo que marcha en contra
de su partido. El PRI supone que la desventaja numérica en su contra se debe a
un mal desempeño del presidente del partido, y lo cambia. Otros priistas (exempli gratia el oaxaqueño Ulises Ruiz)
dicen que el problema es el coordinador de campaña, Nuño, pero tampoco. ¿Es el candidato Meade el responsable? No. Es que
la próxima elección enfrentará dos posibilidades: la de la continuidad del
lucro del mercado y el permanente agravio social en contra de una opción que contiene
alguna remota posibilidad de justicia.
El PRI cambió a Ochoa por Juárez, el PAN
puso como vocero en jefe a Jorge Castañeda, académico y analista de talla
internacional, a Amlo no le fue bien en el primer debate, ocurren estas tres
cosas y todo sigue igual con las intenciones de voto. Ya veremos en cuánto
influirá la renuncia de Margarita Zavala a su candidatura pero nuestro
pronóstico es que en nada.
Dice la Academia de la Lengua que la palabra
‘seguramente’ es un adverbio y tiene el doble significado (ambiguo) descrito
con las siguientes palabras: 1) Probablemente, acaso; 2) de modo seguro. Con
las evidencias que hemos anotado aquí López Obrador se convertirá seguramente
en el próximo presidente de México.
Dependerá del lector, de su militancia si
la tiene, de sus filias y de sus fobias (es tema aparte), con cuál de las dos
acepciones tendrá a bien interpretar el adverbio.
Twitter @WenceslaoXalapa