domingo, 1 de octubre de 2017

Nada nuevo bajo el sol

Nada nuevo bajo el sol
Wenceslao Vargas Márquez

La portada del diario El Informador, de Guadalajara, decía el siete de junio de 1932: “Habrá candidatos independientes. Se han denunciado las maniobras de determinados elementos políticos pertenecientes al Partido Nacional Revolucionario, quienes en vista de no haber figurado o triunfado en los últimos plebiscitos, ahora tratan de lanzarse como candidatos independientes para las próximas elecciones para diputados, enfrentándose contra los del Partido Nacional Revolucionario”. Nada hay nuevo bajo el sol, dice el Eclesiastés. Los independientes son los “rebeldes” políticos de hoy.

En 1932 teníamos candidatos rebeldes que se hacían independientes, gobernadores que por motivos electorales atropellaban a sus ciudadanos (para el diario, el tabasqueño Tomás Garrido Canabal, el Sagitario Rojo), la devaluación permanente del peso que pasaba de $3.48 a $3.56 ante el dólar, teníamos noticias falsas (hoy son las fakenews de nuestra mothernidad), teníamos comerciantes abusivos que sacaban raja del desastre y teníamos sismos de más de 8 grados en la escala de Richter. Nada nuevo bajo el sol. Del 4 al 7 de junio de 1932 el dólar se movió a $3.75

El 4 de junio de ese año la mayoría de los diarios pudieron avisar a sus suscriptores acerca del sismo ocurrido en la madrugada del día viernes 3. El día 5 de junio El Informador publicaba un anuncio comercial que decía: “Aviso. Mañana lunes de las 9:30 a las 12, un espantoso cataclismo sacudirá a Guadalajara. Temblará la tierra y el sol se obscurecerá. Las montañas vomitarán fuego y lodo candente. Un terremoto, mayor que el que sepultó Herculano y Pompeya, se dejará sentir a esa hora. El fenómeno será producido por la baja escalofriante de los precios de El Progreso, la tienda que se quemó. Vea hoy mismo nuestros aparadores. Ahí está el epifoco”. 

Ese era el anuncio publicitario montado sobre la tragedia. Y teníamos abusos, y la acumulación de abusos más la volatilidad política propició que el país siguiera inestable hasta ver caer al presidente en turno, Pascual Ortiz Rubio, quizá el presidente más insultado y vilipendiado en la historia de México porque se le atribuía escasa inteligencia hasta lograr apodos verdaderamente ofensivos. El Nopalito, le decían algunos.

La acumulación de agravios en la actualidad pavimentan el camino del opositor izquierdista nacional número uno, y con toda razón. Una sociedad agraviada y sin esperanzas, repito, sin esperanzas, se ase de la primera oportunidad que encuentra, y la mexicana es una sociedad agraviada hasta las náuseas. Agraviada sin posibilidad de redención. Durante los últimos treinta o cuarenta años la acumulación de la riqueza en el decil poblacional más rico no se detiene. Los pobres aumentan día a día a pesar de (o gracias a) las políticas públicas que se deben encargar de sacarlos de la pobreza. 

La caída de la república de Weimar en 1933 es quizá el ejemplo más vivo del siglo XX de cómo una nación se agarra de un clavo en llamas. Creó un monstruo que desató la segunda guerra mundial en 1939. Es que los alemanes de la época izaron sobre las ruinas de Weimar lo único que parecía distinto para salir de las desgracias de la primera guerra mundial y del tratado de Versalles y, sobre todo, de una república que nada les resolvía.      

Limantour, redivivo en 2017.

Nada nuevo bajo el sol. Durante los últimos años del gobierno de Porfirio Díaz el impulsor y defensor del estado de cosas que acumulaba capital en los ricos y desprotegía a las mayoritarias clases necesitadas fue el financiero Yves Limantour, hijo de franceses. El propio Limantour es señalado por John Kenneth Turner como autor de actos de corrupción en la venta diferida de los ferrocarriles mexicanos a Harriman (cfr. Memoria política de México): “Los miembros de la camarilla de Díaz recibieron, como su parte del botín, muchos millones de dólares por medio de maniobras con las acciones y valores al efectuarse la fusión. En conjunto, constituyó probablemente el caso más colosal de despojo que hayan llevado al cabo los destructores organizados de la nación mexicana. En este negocio con Harriman, el mismo ministro de Hacienda, Limantour, fue el maniobrero principal, y Pablo Macedo, hermano de Miguel Macedo, subsecretario de Gobernación, fue primer lugarteniente. Se dice que como premio por su intervención en el negocio, Limantour y Macedo se repartieron una utilidad de 9 millones de dólares en oro, además de que al primero se le hizo presidente y al segundo vicepresidente, del consejo de administración de las líneas unidas, puestos que todavía ocupan”. Nada nuevo bajo el sol.

El Limantour de hoy no tiene raíces francesas sino españolas. Es el banco cuyo presidente, previno hace unos pocos días contra la elección de un populista mexicano en 2018. No se da cuenta de los agravios y de la enorme concentración de la riqueza. Ese tipo de cerrazones mentales se repiten. Para quienes no se explican la cerrazón mental y política de Porfirio Díaz en 1910, léase a ese presidente en 2017: Si los votantes optan por una visión más del pasado, populista, México va a tener, sin duda, un retroceso respecto de los logros que ha alcanzado en los últimos años”. Por favor, señor Osuna, ¿cuáles logros en favor de las mayorías?

Los golpeados por el gobierno y por el régimen hacemos mayoría en el país (yo soy uno, con la complicidad debidamente documentada y la sonrisa discreta de mi sindicato, el SNTE) y deseamos un cambio que revierta todos los agravios posibles. Somos una sociedad que reacciona ante los agravios sociales permanentes, agravios que no tienen solución y que parece que usted no ve o no conoce. Señor Osuna: Equivocarnos en 2018, al tomar en nuestras manos a otro clavo en llamas, es una seria posibilidad. Ese error político tampoco sería algo nuevo bajo el sol.

Vale decir, que la advertencia no la necesitamos de usted, porque esa advertencia, desde hace dos mil años, también está en el Eclesiastés.

Twitter @WenceslaoXalapa